En palabras de Miguel Hernández

Con motivo de la Inauguración de la biblioteca:

Desde este momento quedan abieras las puertas de la biblioteca de nuestra Brigada. No debe pasar desapercibido esto para ninguno de nuestros soldados. Tenemos que advertir la profunda significación que las bibliotecas han de tener en nuestra República de trabajadores, que ha de ser una república de laboriosidad y cultura. Las bibliotecas, con las universidades y las escuelas, vendrán a ocupar los puestos que hoy tienen tabernas, casas de prostitución y bancos hipotecarios. En ellas se han de ennoblecer las inteligencias y ha de subir hasta su mayor punto de claridad el pensamiento. Un pueblo sin libros, llegaría a ser fatalmente un pueblo sin hombres, no será un pueblo, sino una selva. Un pueblo sin poetas que guíen su alma y su cuerpo por la vida, que canten sus proezas y sus virtudes y destruyan sus vicios y expresen sus ansias y sus dolores; un pueblo sin poetas, es un pueblo amordazado, inconsciente, brutal: es un cementerio poblado. Los poetas hacen los libros para su pueblo, y ¡ay! de los pueblos que desprecian a sus poetas.
Vuestros ojos, compañeros, han de desembocar en la lectura, y han de entretenerse una hora diaria en los libros. Para eso os abrimos la biblioteca. (...) El hombre aprende a serlo en su grado superior, a través de las experiencias de la vida, y los mejores libros no son más que profundas experiencias de ésta. (...)
De las escuelas, de las universidades, de las bibliotecas, donde el pueblo tendrá todos los derechos que siempre le han correspondido, han de salir los hombres que curen, aplaquen y eviten los males nacionales, espirituales y físicos que se produzcan en nuestro territorio. (...)
Empecemos a frecuentar los libros, compañeros.
(...)

Extracto de las palabras publicas en AL ATAQUE, 6 de febrero de 1937, Órgano de la Primera Brigada Móvil de Choque.